ES COSCONAR
SABADO 16/03/2013
CRONISTA: Ramón
A
todos los bikers, nos encanta que se organicen quedadas, puesto que al
gozo de una ruta normal, se le añaden alicientes, que hacen que la
disfrutemos aun más, si cabe. Hay que decir que desde aquí, agradecemos
y felicitamos, tanto a Xisco mtb, como a Semi de Mou-te en bici, por
haber organizado está en concreto.
Ya desde principios de semana,
íbamos organizando el viaje hasta Lluc, cuantos coches serian
necesarios?, si los dejaríamos en Caimari?, a que hora seria la salida?
etc.
Poco a poco fuimos puliendo los flecos, acertando en algunas cosas, y fallando en otras.
Acierto gordo, el de Sevi, que nos ha sorprendido a todos con una
flamante furgoneta de su empresa,(MANUSA, PUERTAS AUTOMATICAS) con tanta
capacidad de carga como un 747.
A las 7,30 de la mañana, hora
completamente inusual para los MIR, nos hemos concentrado en
Biciarreglo, desde donde hemos salido a bordo de tres coches y la
Manu-furgo, Sito, Javi, Sevi, Marcos, Marti, Miguel Ángel, David Rayo,
Soler, Pina, Emilio (ya casi recuperado), y yo
Fallo, para mi, haber
llegado hasta Lluc. Si hubiésemos dejado los coches en Caimari,
habríamos rodado un poco más, puesto que la quedada propiamente dicha,
creo que requería de un kilometraje algo más extenso. Sin querer ser
crítico, se podría haber salido tanto de Pollensa, como de Caimari,
siendo la visita a Es Cosconar, el añadido para alargar la ruta.
Creo que hemos sido 118 bikers los que hemos salido del Monasterio en
dirección a la finca de Es Cosconar. El atractivo de esta ruta, era
poder visitar estas latitudes, normalmente vetadas a las bicicletas.
Solo los domingos dejan pasar excursionistas a pie.
El paisaje no
nos ha defraudado, sino más bien todo lo contrario. Los primeros metros
discurren por un tupido bosque de encimas, en una serpenteante
carreterita asfaltada en pronunciada pendiente descendente. Justo al
pasar por delante de la entrada de las casas de Aubarca, el panorama
cambia radicalmente, mostrándonos el Clot d`Aubarca en todo su
esplendor. Es un valle abierto y llano, rodeado de espectaculares
montañas. Al pasar por entre las edificaciones de Can Pontico, el
terreno se vuelve mas agreste, y empieza a inclinarse, pero esta vez
hacia arriba. Bueno los desniveles no son excesivos, y la orografía del
terreno permite pedalear y recrearse con las fantásticas vistas, a la
vez.
Las casas de Cosconar están dentro de una cueva natural, y la
mano del hombre solo ha hecho que levantar la fachada para poder
utilizar, cual vivienda, el hueco que, caprichosamente, la madre
naturaleza creo en la ladera del Puig Roig.
La pista continúa
durante un par de kilómetros más, y termina sorprendentemente en una
remodelada edificación, que antaño fue cuartel de la guardia civil. El
emplazamiento no es caprichoso, puesto que desde aquí se domina un
extenso paisaje en todas direcciones, incluyendo muchas millas de aguas
costeras. En tiempos de la postguerra, una de las misiones mas
importante de la benemérita, era evitar el contrabando, y algunas otras
lucrarse con el. Me imagino lo idílico que debía ser estar destinado un
tiempo por estos lares, sobre todo para los amantes de la naturaleza y
la tranquilidad.
Hemos parado durante unos minutos, para poder
retener en nuestras retinas tan hermosas vistas, y tras algunas fotos de
rigor, hemos reemprendido la marcha, para volver al punto de partida, y
por el mismo camino.
Una vez llegados al Monasterio, los de Mou-te
en bici, nos tenían preparado un refrigerio, en el que no faltaba de
nada. Incluso una ensalada de pasta, que estaba deliciosa. Ah!, y pan
con sobrasada por un tubo, del que alguno ha abusado hasta la saciedad.
Momentos de la merienda, durante los cuales hemos departido con los
colegas a los que hace tiempo que no vemos, y también con algunos que
no conocíamos personalmente, aunque si por referencias.
En mi caso
he conocido a Semi, dueño de Mou-te en bici, que resulta que es
Andritxol como yo, y hermano de conocidos míos de toda la vida.
He
comentado con Mateo “Chincheta” que este año tiene previsto hacer dos
quedadas, una diurna, mas otra nocturna. Que no decaiga.
Con Jaume Kapax, hemos hablado de sus exploraciones, que con el tiempo verán la luz, cual ruta “ciclable”.
Con Joana, que junto a su amiga, buscan equipo al que incorporarse. Donde van a ser mejor acogidas, que con los MIR?.
En fin ratos agradables y placenteros, a los que, después de merendar,
hemos dado por concluidos, para reemprender la vuelta con los coches.
Pero mira que, como a algunos les ha sabido a poco, han propuesto bajar a
Caimari en bici por el Cami Vell, y, a excepción de los chóferes, así
lo han hecho. Una vez reunidos de nuevo a la salida del pueblo, hemos
decidido ir a terminar de llenar el estomago en Binissalem. Y ahora una
vez duchado y en mi sillón favorito, pasó a relatar los aconteceres de
una jornada más de mtb, amistad y compañerismo, para que los que no han
podido venir, rabien de envidia y así intenten no faltar a la próxima
salida. Sin mariconadas, pero, os quiero a todos.
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