LA TRAVESA DE LA AMISTAD
14-15-16/06/2013
CRONISTA: Ramón
Una
tarde decidimos poner fecha para realizar una travesa, digamos a
nuestro modo, al modo MIR, un poco caótica, y con mucha improvisación.
Tuvimos que cambiar la fecha en varias ocasiones, pero finalmente han
sido los días 14,15 y 16 de junio.
Luque se encargo de contactar, y
contratar el transporte con Toniet Abrines, que puntualmente a las
cuatro en punto de la tarde del viernes, hizo acto de presencia en Jaume
Balmes, para cargar 11 bicicletas, y a sus ilusionados propietarios.
Dos chavales, uno de 15 años, Sergio, todo madurez, para esa edad, el
otro Adrián, que cumplió los 18 el mismo domingo, felicidades amigo. No
puedo por más que admirar su entereza en todo momento, y su saber estar
en cualquier situación. En ningún momento dieron sensación de niños,
que es lo que son. Como adultos fueron tratados y como adultos
respondieron.
El Sevillano, Miguel Ángel, Luque, Sito, Emilio, Pina,
Jesús, Soler, y Ramón, éramos el resto de componentes. Pina, Emilio, y
yo mismo, al no caber todos en la furgoneta, fuimos con el coche de
Javi.
Un pequeño malentendido, hace que empecemos la primera etapa
de Pollensa a Lluch, unos 5 kms. después de Pollensa. Ya nos
resarciríamos en los siguientes días de esa mengua. Cual pelotón
militar, vamos subiendo todos agrupados, las no muy difíciles rampas del
Cami Vell de Lluch. Llegamos a Binifaldo, y a partir de aquí, y hasta
el refugio de Can Amer, si hay algunas rampas de considerable
envergadura, pero estamos frescos, y son fácilmente superadas. Llegamos
al refugio un poco mas tarde de lo planeado, habíamos perdido casi una
hora, buscándonos unos a los otros en Pollensa, y ahora ya eran mas de
las 8, si queríamos cenar, deberíamos posponer la ducha para después.
Así lo hicimos. Cenamos de bacalao y ensalada, y, casualidades de la
vida, los otros ocupantes del refugio, eran 11 alemanas con un solo tio.
Dejo a la imaginación de los lectores, si hubo, o no hubo,
confraternización, entre ambos grupos.
Las consabidas bromas, antes
de apagar la luz, con Emilio, siempre de protagonista. Personalmente no
pegue ojo, al extrañar la cama. Desayuno a las 8 en punto, y después de
los preparativos, y arreglar el primer parche de Jesús, estamos listos y
partimos a las 9, rumbo al parking de Lluch, donde nos espera Marcos
Fiol, para incorporarse a la etapa del día. Le acompañaba su preciosa
novia, envidia de algunos viejos verdes del grupo.
Font Cuberta, y
..a patear se ha dicho, bueno algún metro no. En un momento dado, Soler
se cayó, golpeándose el pecho con el manillar, tuvo secuelas durante
toda la travesa. Vamos ascendiendo poco a poco, hasta alcanzar las
famosas Voltes den Galileu. Un sendero empedrado, y con mucha pendiente,
que hace imposible pedalear. Así como pudimos, el calor era muy
intenso, bueno esa ha sido la constante los tres días, rozando, y en
algún momento sobrepasando los 40 grados, llegamos al primer tramo
llano, vamos unos pocos metros.
Si el camino era difícil, a partir
de las Cases de Neu, en dirección al Puig den Galileu, se complica aun
más, obligando al porteo a las espaldas de nuestras amigas. Algunos
creíamos que al llegar arriba del Puig, la subida habría terminado, pero
lo que ves al llegar, además de unas vistas fantásticas de una gran
parte de Mallorca, es un barranco, al que hay que bajar hasta llegar al
Torrent de Coma Freda, para después tener que volver a subir, hasta
llegar al Coll des Telegraf, y todo ello por un sendero por el que hasta
las cabras tienen dificultades. Nos íbamos esperando y ayudando, el
calor insoportable. Una vez en el Coll, la vista impresionante del Puig
Major, te reconforta un poco, pero solo hasta el momento que vimos a
unos caminantes por encima de nosotros, y alguien dijo, por ahí tenemos
que subir. No puede ser, pero si nos habían dicho que solo se pateaba
una horita, y nosotros llevábamos mas de dos, y todavía no habíamos
llegado arriba de no se donde coño íbamos. Pues íbamos al Coll des Prat,
y ahora si estábamos en el techo de la ruta, ahora ya venia la cuesta
abajo. Que ganas, pero a los pocos metros, la cosa se complica, y la
cuesta abajo se convierte, durante un buen tramo, en una trialera muy,
muy difícil. Estamos agotados, reagrupamos unas cuantas veces, y por
fin llegamos a la Font des Prat, agua fresquísima, para aliviar doce
gargantas secas, y servir de excusa para retozar durante unos minutos a
la sombra de una imponente encina.
Llegamos a la canaleta que viene
del Gorg Blau, portando un agua fresquísima, y que después, es la que
sale de los grifos de Palma, y donde algunos se remojaron los pies y la
cara. Espero que le echen suficiente cloro, porque os aseguro que los
pies sudados de Emilio y de Jesús, daban un poco de reparo. Atravesamos
Cuber, como si fuésemos parte de un paisaje fantástico, y como no podía
ser todo tan bonito, empieza una subida que se las trae. Reagrupamiento
arriba, y empieza otro mítico punto de la ruta, El Barranc de
Biniarraix. Tanto había oído hablar de el, que tenia ilusión por
conocerlo. No defraudo, es sencillamente único, y espectacular. Pina
parecía un malabarista, haciendo todas las curvas sin poner pie, yo iba
detrás pero poniendo mas pies de los deseados. Al llegar abajo, triple
alegría, primera, que se había acabado la tortura de los escalones,
segunda que allí estaba Javi, con Juan y Enrique, que se incorporaban al
resto de ruta, y tercera, que también estaba allí Soler, que unos
kilómetros antes había desaparecido, y lo creíamos perdido para el resto
de ruta.
Buscamos una cafetería en Soller para nutrir a nuestros
maltrechos cuerpos de suficientes hidratos, que nos permitiesen acabar
la jornada. No sin antes perderse el Luque y el Sevillano por las calles
de Fornalutx, pegándonos un paquete a los culpables, que por cierto,
todavía no se bien de quien es la culpa.
Eran más de las cinco de la
tarde, cuando reemprendemos la marcha en dirección al Coll de Soller.
Antes de llegar al mismo, hay un camino que nos llevara a Deia. Pero
para evitar tener que pasar por dentro de un túnel, buscamos una
alternativa, al que hicimos este pasado invierno. Lo encontramos, pero
fue al cuarto intento, y después de haber perdido más de una hora en su
búsqueda. En esta tesitura Javi, Juan y Enrique, deciden dejarnos a
nuestra suerte, y volver por el Coll a Palma, no sin antes decirnos que
éramos “muy tontos”. Sabía decisión, puesto que de seguir, les hubiera
cogido la noche.
El hombre del mazo vino a visitar a Emilio, que
termino la jornada bastante perjudicado, pero con todo el pundonor del
mundo. Habíamos salido a las 9 de la mañana, y llegamos al Refugio de
Can Boi, a las 8,15 de la tarde. Casi nada, más de 11 horas con nuestras
queridas.
También tuvimos que posponer la ducha para después de la
cena. El resto de clientes que estaban en esos momentos en el comedor,
no nos lo perdonaran jamás. No nos aguantábamos el olor nosotros mismos.
A los postres, detallazo de Marcos, que el día anterior había traído al
refugio tres tarrinas de helado de las que su familia fabrica. Os
recomiendo el de banana, esta francamente delicioso, o el de café, o el
de chocolate, que mas da, estaban de miedo. Gracias Marcos.
A las 11
apagan la luz, y a excepción de algún cuesco que otro, la tranquilidad
fue total, estábamos molidos. Bueno una alemana nos mando callar, pero
como tenía una hija que estaba muy buena, le hicimos caso. Se había
corrido la voz de que dicha hija dormía desnuda, y por la mañana tuvimos
vigías desde las 5 hasta las 8, pero ninguno puede certificar tal
extremo.
Desayuno, y foto de grupo, requerida por el chaval del refugio, donde por cierto el servicio es excelente.
Son las nueve y nos espera una dura jornada. Carretera hasta
Valldemosa, donde Marcos nos abandona, sus quehaceres le reclaman, y tal
vez su bonita chica. El resto continuamos hasta Nova Valldemosa, donde
pisamos tierra por primera vez. Bajamos a Mirant de Mar, y bajamos la
trialera, para acto seguido subir de nuevo hacia la carretera, para ir
en busca del Cami de s`Arbosar. Pero aquí descansamos más de una hora.
El tiempo que tardamos en encontrar al incauto de David Rayo, al que
encomendamos la misión de traer unos zapatos para Pina, que había
estropeado la cala de los que llevaba.
Arreglado el tema,
continuamos hacia las Cases de Planicie, donde después de una
democrática votación, bajamos en busca del GR, y de la carretera
nuevamente. La otra opción, era subir hacia el Coll d`Estallenchs y
enlazar con Sa Come d`en Vidal. Bajando Miguelet rodó unos metros por el
suelo, pero no se hizo nada.
Nuevamente carretera hasta el Coll de
sa Gramole, donde el calor y la fatiga eran indescriptibles. Tuvimos que
buscar fuerzas en lo más recóndito de nuestras mentes, para poder
continuar. Y las debimos encontrar, porque continuamos y nos dirigimos a
Ses Rotes de S`Hereu, y salvamos ese último obstáculo pedregoso y
polvoriento con pendiente considerable. Ahora solo quedaba dejarnos
llevar, seguir la brisa marina, que desde San Telmo nos salía a camino,
para abrazarnos y darnos la bienvenida.
El baño en la playa fue
milagroso, el salitre curo nuestras heridas, el agua fría despertó
nuestros sentidos. El beso de mi mujer que se encontraba allí por
casualidad fue altamente reconfortante.
Toni Cazico son su hija, y David Stevens quisieron recibirnos y saludarnos, grandes amigos.
Los padres de Adrian, tuvieron la brillante idea de festejar su
cumpleaños recibiéndonos con canapés, pasteles, bebida etc, etc. Todo un
detalle.
Puntual como un clavo, Javi volvió a recogernos, y Toniet Abrines al resto y a todas las bicis
A veces en la vida, y sin ser el objetivo final, te unes a gente para
realizar una determinada actividad, en este caso es el mtb, pero al paso
del tiempo, te das cuenta, de que lo que, en un principio, era la meta,
se convierte en una actividad complementaria. Lo que antes era el
medio para un fin, se convierte en un fin por si mismo.
Los M.I.R.,
nos hemos formado, como grupo, de forma muy caótica, cada caso de
incorporación es único y diferente. Pero el resultado es espectacular.
Creo, y sin miedo a equivocarme, que expreso el sentir de todos, al
afirmar que ahora además de practicar el mtb, somos un grupo de
auténticos amigos, que entre sus actividades esta el recorrer nuestras
preciosas montañas, con nuestras queridas bicicletas.
Amistad es,
que Javi, nos acompañe en coche a Pollensa, nos recoja en San Telmo, se
haga 80 kms. para venir a comer con el resto a Soller, etc. Mi más
sincero agradecimiento.
Amistad es, que estés disfrutando de tu día
libre, con tu familia, y al recibir una llamada del grupo, lo dejes todo
y cojas el coche para llevar unos zapatos a 30 kms de distancia, que
además llegan con el suplemento del agua fresca y alguna litrona.
Gracias David Rayo.
Amistad es, que estés atento de todo lo que pasa
en el transcurrir de las rutas, y que estés pendiente de donde vamos a
llegar, para recibirnos y darnos la bienvenida, gracias Toni Cazico, y
David Stevens.
Gracias a todos los que no habéis podido venir, pero que, de alguna manera habéis estado conectados con nosotros.
Amistad es, aguantarnos unos a los otros, durante tres días con sus
noches, sin que se resquebraje ninguna relación, sino todo lo contrario,
que hayan salido todas reforzadas.
¿Sabéis que os digo?, pues que
somos un gran grupo, y que particularmente me siento muy a gusto entre
vosotros. Y eso lo dice alguien que ha conocido a mucha gente. Gracias
AMIGOS.
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