PINCHUS INTERRUPTUS
SABADO 29/06/2013
CRONISTA: Ramón
Ya lo dije, creo que fue en mi anterior crónica, normalmente las cosas no ocurren como nosotros las planeamos.
Para esta semana, fue Emilio, el que dio un paso al frente, y nos
convoco a una ruta clásica entre las clásicas, cortita y con todos los
elementos necesarios, para tener categoría de ruta sabatina. La idea era
acabarla en unas tres horitas, y aprovechar las horas de más calor,
tomando cañas a la sombra de la enredadera de Es Secar.
A la hora
acostumbrada, 10 bikers nos hemos reunido en Biciarreglo, Sito,
disfrutando de nuevas sensaciones, a lomos de la Mérida del Sevillano,
la suya esta en dique seco, Enrique, solo nombrarle me produce
escalofríos, Javi, Emilio, Luque, Juan, compañero de Javi, que ha salido
por vez primera con el grupo, ha esperado un tiempo a hacerlo, hasta
que Javi le ha puesto las pilas, y ¡de que manera!, Pina, otra criatura
pulida por Javi, Adrián, Sergio, los juniors, que andan como cohetes, y
Ramón.
Nos hemos dirigido por el carril bici hasta Son Espases,
desde donde, pasando por La Real, y Son Español, hemos llegado a
Establiments. Desde las primeras pedaladas ya he visto que Enrique nos
iba a dar cera de la buena, yo he intentado seguirle, y cuando nos hemos
querido dar cuenta, estábamos solos en la barrera de la entrada de Son
Malferit. Pero los mas de veinte minutos de espera, no se han debido a
un hipotético estado de forma excepcional, sino a lo que seria la
constante del día, los pinchazos. Cuando han llegado ya habían reparado
los dos primeros de Sergio.
Terminamos de subir, y bajamos por la
trialera de Son Ferrá, hasta la plaza de Esporles, donde algunos, por el
hecho de no llevar peso, han tenido que repostar agua, cuando apenas
habíamos iniciado la etapa. Los hay obsesivos con el peso. Tres litros
llevaba yo hoy. Callando bocas.
La subida por el Cami de Pescadors,
ha sido de las buenas, Javi, saliendo desde un poco mas atrás que
Enrique y yo mismo, nos ha dado alcance justo después de la trialera.
Ha sido una subida fantástica.
Reagrupamiento en Mirant a Mar,
donde ha caído la primera y única (en mi caso) barrita del día. Después
de unos minutos, reemprendemos la marcha por la trialera de la
izquierda, carreterita y unos metros de subida, para volver a coger el
sendero que nos llevara a la carretera de Bañalbufar, desde donde
iniciamos la pista hacia Es Cami d`es Correu. Como siempre muy duro el
principio, incluyendo algo de pateo, además del trozo empedrado que te
acaba de machacar, pero una vez superado, nos enseña su doble
personalidad, se convierte en un idílico sendero, protegido del sol por
las innumerables encinas, en cualquier momento podría aparecer
Caperucita portando en su cestita las más deliciosas golosinas, y no
desentonaría en absoluto en este fantástico escenario.
A la llegada
a la barrera, que ya no existe como hasta ahora la conocíamos, empieza
el festival de pinchazos de Javi, uno aquí, además de otro de Adrián, y
otro más, veinte metros más abajo. Debidamente reparados ambos,
continuamos bajando, y a la llegada a la carretera, nuevo pinchazo de
Sergio. En la siguiente bajada, nuevo pinchazo de Adrián, y a la entrada
de Esporles, nuevamente Javi, y siempre en la rueda trasera. Hemos
agotado, cámaras, bombonas de co2, insultos, etc, etc.
No nos hemos
atrevido a hacer la trialera de la gasolinera, por miedo a más
pinchazos, subiendo directamente por carretera. Ha parecido, como si a
partir de aquí, hubiese varios premios seguidos, de metas volantes y el
de la llegada final. Ha sido un festival de escapadas, persecuciones,
esprints, etc., y todo lo ha iniciado Luque, que al final, no ha logrado
puntuar en ninguna, pero casi.
Al final las tres horitas, se han
convertido en más de cinco, de las cuales, y creo que no exagero, dos,
se han empleado en arreglar pinchazos, eso si, algunos ni han metido
mano, más bien se alejaban al oir gritar ¡parcheeee!.
En vista del
panorama, Emilio ha decidido hacer la semana del tubeless, haciendo una
rebaja del 50%, a todos los que acudan en los próximos días, además de
invitarles a bocata de calamares con su correspondiente caña.
Después de beber, comer, beber, comentar, beber, hablar, beber, nos
levantamos de la mesa, cada cual a sus obligaciones, y ¡como no!, de
nuevo la cubierta trasera de Javi, languidece solitaria, con un nuevo
pinchazo.
Javi, hay que aprovechar la oferta de Emilio, y además merendaras gratis, eso si, dime que día vas, que yo también me apunto.
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