lunes, 4 de junio de 2012

Un MIR en Pedales de León

Cronista: Javi9

Hace meses me propusieron participar en una aventura llamada Pedales de Leon, que forma parte de Pedales del Mundo, en 5 etapas, y acepte, cuando se fue acercando la fecha fue cuando me empecé a informar bien de en qué consiste la aventura y al ver los desniveles creí oportuno entrenar un poco más de lo habitual, y menos mal porque sino lo habría pasado muy mal, rutas muy exigentes, y cinco dias seguidos requieren algo de preparacion, si quereis saber por donde trancurren la rutas visitar http://www.pedalesdeleon.es/cas/ruta/itinerario.asp que explica todo al detalle cosa que no entraré, pero si en mi valoracion de la aventura personal, para que tengamos una idea aclarar que las tipicas rutas que hacemos los sabados son de 45 a 60 km, y unos desniveles acumulados de entre 800 metros a 1200 metros y como todos sabemos acabamos reventados, y esta aventura son 220 km y 6650 metros de desniveles acumulados, en cinco etapas, en km no parecen mucho pero en desnivel 6650 metros en 5 dias parecen bastantes serios, etapas bastantes duras me esperaba, y asi fue. Haré un resumen en general porque si hiciera una crónica de cada etapa me perdería en detalles interminables.

Las primeras horas del día casi siempre con niebla y cielo cubierto nos hacía dudar la indumentaria que debíamos llevar, pero a eso de las 10:00 ya el sol disuelve las dudas y apretaba el calor, caminos siempre con zonas embarradas de los días anteriores que fueron lluviosos, lo suficiente para llenarnos hasta el casco de salpicones, y boñigas de vaca que se mezclaban con barro, en mi vida vi tantas boñigas de vacas en tan poco tiempo, nuestro libro de rutas al detalle nos guia perfectamente y aclara dudas cuando salían, fuentes de agua a tutiplen, y siempre un pequeño o gran riachuelo a nuestro lado, nos facilitaba llenar nuestros bidones de agua fresca, tan fresca que mi garganta al tercer día empezó a resentirse, caminos variados, generalmente ciclables aunque no siempre,  y un sube y baja constante, con grandes rampas de alto desnivel llegando a veces a más del  20% que nos obligaba a empujar la bici, rutas desconocidas en las que debemos siempre guardar fuerzas, también bajadas de vertigo en la que curvas, saltos y animales se cruzaban que en más de una vez el cuentakm marcaba más de 50 km/h, cuando teníamos que reponer fuerzas por el camino porque la etapa era larga, algún menú casero típico de la tierra degustábamos en el pueblo señalado y hasta alguna siesta por algún prado tuvimos que darnos antes de continuar,  con el único sonido de los pájaros piando y agua del rio pasar, donde parecia que estabamos en el paraiso, con vistas a picos nevados, la hierba fresca y un gran sol calentándonos.
Incidencia solo que un miembro del grupo tuvo que acortar camino el último día por romper el cable del cambio, y el resto nada de nada, ni pinchazos, ni caidas... vamos na de na.
Cada día en la llegada al alojamiento señalado limpiabamos y dejábamos a punto las bicis para la siguiente etapa, y reponiamos fuerzas con buenas cenas copiosas, y a dormir.
Un vez de vuelta al punto de inicio y comprobado que habiamos sellado en los puntos de control estipulados, nos entregan el maillot de Pedales de León como recompensa a tal
esfuerzo.
Una gran aventura que he disfrutado a tope, cansado como era de esperar pero con una gran sonrisa, parece que una vez que pruebas este tipo de viajes, ya te enganchas a participar en otros similares, jaja. Si teneis alguna duda sobre esta aventura podeis contactar conmigo.
Un saludo y hasta la próxima. Javi9

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