sábado, 2 de febrero de 2013

MUERTE, PERO MUCHO MENOS

SABADO 02/02/2013
CRONISTA: RAMON
MUERTE, PERO MUCHO MENOS
 
Normalmente para hacer esta ruta, hubiésemos salido de Palma, pero debido a la experiencia del año 2011, en el que la vuelta fue por carretera a oscuras y sin luces, decidimos salir desde Puigpunyent, acortándola un poco, para evitar repetir tal circunstancia. Precisamente, debido a lo acontecido en aquella ocasión, Sito ha titulado el evento como muerte. Pero el nivel físico del grupo en algo más de un año ha subido espectacularmente, y lo que antaño fue una autentica odisea, esta vez ha sido una ruta fantástica con casi 1500 mts. de desnivel acumulado en apenas 35 kms.
Dos nuevos bikers se nos han incorporado en el día de hoy, Alex, del grupo de Miguel Ginard, y Víctor, que procedente de los Madriles, ha recaído en la isla, y nos contacto a través del foromtb.
A las 9,30, 14 bikers dábamos las primeras pedaladas rumbo a las faldas de la, para muchos, montaña mágica del Galatzo. En su cumbre convergen las lindes de tres términos municipales, a saber, Calvia, Puigpunyent y Estellenchs. Duras rampas de asfalto en dirección hacia la Reserva, y posteriormente hacia Sa Font d`es Pi. Unos 15 minutos de pateo nos han situado en la torre de vigilancia, donde hacia muchísimo viento, haciendo que no perdiéramos mucho tiempo contemplando las maravillosas vistas que desde aquí se pueden observar. Iniciamos el descenso por un sendero estrecho y húmedo, solo ciclable a tramos, que al cabo de poco tiempo se ha convertido en una espectacular bajada en dirección al Boal de ses Serveres. En un tramo rápido, Pedro se ha salido de trazada, haciendo inevitable un buen golpe de cabeza contra el suelo, que afortunadamente para el, era bastante mullido gracias a la hojarasca caída. Nos hemos asustado todos, pues durante un momento ha permanecido inmóvil. Al final no ha sido nada, y al cabo de unos minutos hemos reanudado la marcha como si tal cosa.
En esta bajada hemos disfrutado como enanos, era rápida y bastante limpia de piedras, que es a lo que estamos acostumbrados. Ha habido algún pequeño susto de alguno más, pero sin revestir mayor importancia. Come den Vidal y llegada a la carretera, unos cientos de metros hacia Andratx, buscando la entrada al GR, para llegar hasta Estellenchs a través de el. Nuevo incidente, ocasionado por un cable telefónico, que caído de su habitual enganche, pendía de forma peligrosa, a la altura de la cabeza de un ciclista. Frenazo de Elías, que a su vez provoca el propio de Javi, pero saliendo este ultimo por orejas. Ni un rasguño, y después de asegurar dicho cable, hemos continuado la marcha. Estellenchs, un par de kilómetros más, y desvío a la derecha, en busca del Cami de Planicie. Nuevamente unas rampas bastante duras al principio, pero que poco a poco se van suavizando. Justo antes de llegar a las casas, giramos a la derecha por el Aujub dels Cristians, para continuar por las ultimas rampas del día, hasta llegar al Coll d`Estellenchs. La pared seca, que tenemos que saltar significa el punto de inflexión, es el momento del cambio de la pendiente, que de ascendente se convierte en descendente, y de que manera. Además a partir de aquí se han concentrado todos los incidentes técnicos de la jornada. En orden cronológico, Elías rompe la patilla del cambio, Elías pincha, Ramón pierde todo el aire de la horquilla, el Sevillano pincha.
Todos y cada uno de ellos se han ido solucionando de la mejor manera posible, a excepción del cambio de Elías, que para el ha significado volver a montarse en su bici, pero sin cadena, y van dos veces seguidas.
En muchas ocasiones ya he dicho que el mtb me parece el deporte más bonito del mundo. Pero para llegar a esa conclusión, uno tiene que haber vivido experiencias muy gratificantes practicándolo. Tanto la salida de la pasada semana, como la de hoy, forman parte de esas gratas vivencias. Si además hoy hubiésemos podido eliminar algunos elementos molestos, como el viento reinante, o el frío que cogiamos al parar para reagruparnos, ya hubiera sido el súmmum. La de hoy ha sido una ruta corta en kms., pero repleta de alicientes. Si a los agrestes parajes por los que hemos transitado, le añadimos unas vistas fantásticas, y sobre todo un gran compañerismo y amistad, como nos profesamos entre los MIR, es fácil deducir que nos lo hemos pasado GENIAL.
 

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